Me gustaría hacer algunas precisiones o matizaciones, en lo concerniente al cementerio nuclear, mi intención no era hablar de cementerios nucleares. Mediante el contraste de las dos figuras, la tapia del cementerio que cae sobre la tumba y la del cementerio nuclear actual, quería poner en contraposición o contrasentido, como, muchas veces, la toma de decisiones demorada en el tiempo, es lo peor que nos puede suceder en la vida. Lo que pretendía, como creo que quedaría reflejado en el escrito; no es hacer política, sino filosofía y con estas dos ideas contrapuestas. La primera que sucede cuando yo, aún era uno de esos mozos que se arremangaban y la actual, que es fruto de las decisiones que toman los hombres que nos gobiernan y han gobernado. Hace muchos años, un ponente (ingeniero y sociólogo) en un seminario de comunicaciones para altos ejecutivos, dijo “que las tecnologías, también tienen ideología”. En un principio pensamos que desvariaba, que no sabía lo que decía; pasado el tiempo he comprobado que tenía más razón que un santo. Para poder entender algunas cosas, el tiempo tiene que estar beneficiando ese conocimiento, es por esto, por lo que puedo decir, que hay algunas tecnologías que no son rentables, por una sencilla razón, porque no son fielatizables.
Me parece una idea excelente, el querer plantar árboles, sea donde sea, siempre es algo a tener en consideración. Parece ser que se trata del cementerio nuevo, (creo que esta idea de viejo y nuevo lo leí en una reseña en Internet, del fallecimiento de D. Félix). Puede que en el viejo también haya una tapia, que se haya derrumbado, se está derrumbando, o se vaya a derrumbar. Mi posición personal es que sólo planto árboles que dén algún fruto. La semana del 23 al 27 plantaré d. m. un par de parras (uva blanca y negra), una higuera, un membrillo y pondré el semillero de calabazas y melones.
Tuve conocimiento de la muerte de D. Felix, por casualidad, buscando boletus coincidí con una persona que le conocía, quién me dijo que estaba enfermo, pero ahí quedó la charla.
Bueno y ahora, vamos a cambiar un poco y como prueba, para ver si esto funciona. Voy a contarles/os una historia de la que espero que me deis la solución: Tres amigos, Antonio, Braulio y Cándido se reunieron para una comida, compraron las chuletas, el pan, vino y demás alimentos de cocinar (para este gasto contribuyeron a partes iguales los tres). El fuego para asar las chuletas, lo hicieron con la leña que aportaron Braulio y Cándido. Braulio puso cinco troncos de leña y Candi puso 3. Antonio, que no tenía leña, una vez terminada la comida, dejó 8 euros para compensar este gasto que los otros dos habían hecho. Candi dijo 3 euros para mí y 5 para tí Braulio. De inmediato Braulio expresó su desacuerdo, consultaron a Pedro, quién sentenció, que lo justo era, que fuesen 4 euros para cada uno. Entonces Antonio dijo que no estaba de acuerdo con este reparto. Acudieron entonces a Tomás, quién después de unas cuentas realizadas en su pizarra de pizarra, aportó la solución, que tras las breves explicaciones que dio Tomás, satisfizo a todos. ¿Podrías calcular cual fue el reparto justo, que hizo Tomás?. Un saludo muy cordial y espero que esta propuesta tenga aceptación. Este es un cuento clásico ¿Ruso? que he traducido.
Hablando de cuentos, admiro a esas personas que escriben cuentos para niños y lo que es aún más encomiable, van a los hospitales a contárselos y hacerles vivir momentos que sólo las sonrisas de sus miradas cautivadas, pueden describir. Hace unos días mi hija me habló de una amiga suya que se dedica, entre otros menesteres, a contar cuentos en el Hospital del “Niño Jesús”. Pero no sólo cuentan, sino que les montan en sus nubes de algodón, para llevarlos a sus mundos de ilusión.
CUANDO LEO LO QUE ESCRIBO, LO ENTIENDO; PERO TENGO QUE APRENDER A ESCRIBIR, PARA QUE ME ENTIENDAN, PARA QUE ME ENTENDAIS LOS DEMAS
Me parece una idea excelente, el querer plantar árboles, sea donde sea, siempre es algo a tener en consideración. Parece ser que se trata del cementerio nuevo, (creo que esta idea de viejo y nuevo lo leí en una reseña en Internet, del fallecimiento de D. Félix). Puede que en el viejo también haya una tapia, que se haya derrumbado, se está derrumbando, o se vaya a derrumbar. Mi posición personal es que sólo planto árboles que dén algún fruto. La semana del 23 al 27 plantaré d. m. un par de parras (uva blanca y negra), una higuera, un membrillo y pondré el semillero de calabazas y melones.
Tuve conocimiento de la muerte de D. Felix, por casualidad, buscando boletus coincidí con una persona que le conocía, quién me dijo que estaba enfermo, pero ahí quedó la charla.
Bueno y ahora, vamos a cambiar un poco y como prueba, para ver si esto funciona. Voy a contarles/os una historia de la que espero que me deis la solución: Tres amigos, Antonio, Braulio y Cándido se reunieron para una comida, compraron las chuletas, el pan, vino y demás alimentos de cocinar (para este gasto contribuyeron a partes iguales los tres). El fuego para asar las chuletas, lo hicieron con la leña que aportaron Braulio y Cándido. Braulio puso cinco troncos de leña y Candi puso 3. Antonio, que no tenía leña, una vez terminada la comida, dejó 8 euros para compensar este gasto que los otros dos habían hecho. Candi dijo 3 euros para mí y 5 para tí Braulio. De inmediato Braulio expresó su desacuerdo, consultaron a Pedro, quién sentenció, que lo justo era, que fuesen 4 euros para cada uno. Entonces Antonio dijo que no estaba de acuerdo con este reparto. Acudieron entonces a Tomás, quién después de unas cuentas realizadas en su pizarra de pizarra, aportó la solución, que tras las breves explicaciones que dio Tomás, satisfizo a todos. ¿Podrías calcular cual fue el reparto justo, que hizo Tomás?. Un saludo muy cordial y espero que esta propuesta tenga aceptación. Este es un cuento clásico ¿Ruso? que he traducido.
Hablando de cuentos, admiro a esas personas que escriben cuentos para niños y lo que es aún más encomiable, van a los hospitales a contárselos y hacerles vivir momentos que sólo las sonrisas de sus miradas cautivadas, pueden describir. Hace unos días mi hija me habló de una amiga suya que se dedica, entre otros menesteres, a contar cuentos en el Hospital del “Niño Jesús”. Pero no sólo cuentan, sino que les montan en sus nubes de algodón, para llevarlos a sus mundos de ilusión.
CUANDO LEO LO QUE ESCRIBO, LO ENTIENDO; PERO TENGO QUE APRENDER A ESCRIBIR, PARA QUE ME ENTIENDAN, PARA QUE ME ENTENDAIS LOS DEMAS