¡Como se van las horas,
y tras ellas los días
y los floridos años
de nuestra frágil vida!
La vejez luego viene,
del amor enemiga,
y entre fúnebres sombras
la muerte se avecina,
Que escúalida y temblando,
fea, informe, amarilla,
nos aterra, y apaga
nuestros fuegos y dichas.
Y entre brindis suaves
y mimosas delicias
de la niñez gocemos
pues vuela tan aprisa (Juan Meléndez Valdes).
Y la vida sigue, y y mi amiga P. Martin Loa se recuperará de la pérdida de su madre, y yo de la de mi hermano.
Y volveremos a sonreir a la Primavera, y la alegría inundara de nuevo nuestra existencia, la ilusión vencerá a la amargura y aceptaremos la pérdida tan querida, la luz se impondrá a la oscuridad y seremos los mismos, con nuestras luchas, proyectos, alegrias y tristezas, la naturaleza es sabia y restablece (pasado su tiempo) el equilibrio natural de las cosas, las penas no son eternas, la "esperanza"sí.
Gracias amiga Merche por todas estas líneas que nos has dedicado, tan llenas de sensatez, empuje, comprensión, poesia, delicadeza y mucho cariño, eres como una bocanada de aire fresco que te despierta y te ayuda a caminar, que suerte tener amigos así, que te ayuden a levantarte cuando estás decaído.! un lujo ¡. Gracias amiga.
Y mi recuerdo y mis gracias a la campana de la torre de nuestro Pueblo (ya sabeis que siempre he tenido predilección por nuestra torre y nuestra Iglesia).
! Gracias sí ¡.. porque cuando toca a difuntos, lo hace con respeto, sin estridencias, y porque sé que llora sus pérdidas, ella la campana conoce a cada uno de los que se van, y no puede reprimir su dolor, y toca porque és su deber, y suena bajito "piano"ella no quisiera volver a hacerlo, ya son demasiados los toques que ha realizado, y le pide al campanero, ¿Podrias tocar lo menos posible?.... Abrazos Rasueros, cuantos paisanos desaparecidos, pero es ley de vida. La Primavera sigue, y nuestra esperanza también.
Descansen en paz: Sra Ignacia, madre de nuestra amiga P. Martin Loa y Graciano Esteban: mi hermano.
Abzs. Ignacio
y tras ellas los días
y los floridos años
de nuestra frágil vida!
La vejez luego viene,
del amor enemiga,
y entre fúnebres sombras
la muerte se avecina,
Que escúalida y temblando,
fea, informe, amarilla,
nos aterra, y apaga
nuestros fuegos y dichas.
Y entre brindis suaves
y mimosas delicias
de la niñez gocemos
pues vuela tan aprisa (Juan Meléndez Valdes).
Y la vida sigue, y y mi amiga P. Martin Loa se recuperará de la pérdida de su madre, y yo de la de mi hermano.
Y volveremos a sonreir a la Primavera, y la alegría inundara de nuevo nuestra existencia, la ilusión vencerá a la amargura y aceptaremos la pérdida tan querida, la luz se impondrá a la oscuridad y seremos los mismos, con nuestras luchas, proyectos, alegrias y tristezas, la naturaleza es sabia y restablece (pasado su tiempo) el equilibrio natural de las cosas, las penas no son eternas, la "esperanza"sí.
Gracias amiga Merche por todas estas líneas que nos has dedicado, tan llenas de sensatez, empuje, comprensión, poesia, delicadeza y mucho cariño, eres como una bocanada de aire fresco que te despierta y te ayuda a caminar, que suerte tener amigos así, que te ayuden a levantarte cuando estás decaído.! un lujo ¡. Gracias amiga.
Y mi recuerdo y mis gracias a la campana de la torre de nuestro Pueblo (ya sabeis que siempre he tenido predilección por nuestra torre y nuestra Iglesia).
! Gracias sí ¡.. porque cuando toca a difuntos, lo hace con respeto, sin estridencias, y porque sé que llora sus pérdidas, ella la campana conoce a cada uno de los que se van, y no puede reprimir su dolor, y toca porque és su deber, y suena bajito "piano"ella no quisiera volver a hacerlo, ya son demasiados los toques que ha realizado, y le pide al campanero, ¿Podrias tocar lo menos posible?.... Abrazos Rasueros, cuantos paisanos desaparecidos, pero es ley de vida. La Primavera sigue, y nuestra esperanza también.
Descansen en paz: Sra Ignacia, madre de nuestra amiga P. Martin Loa y Graciano Esteban: mi hermano.
Abzs. Ignacio