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RASUEROS: Navidad que con dulces cantaste, celebran las almas...

Navidad que con dulces cantaste, celebran las almas que saben amar, porque triste es andar en la vida por sendas perdidas lejos del hogar, sin oir una voz cariñosa que diga amorosa, llegó Navidad"
Cuantas añoranzas me traían las notas de este entrañable Villancico, famoso por los años 1960.
Mis primeras Navidades en esta ciudad donde recién llegado de mi pequeño pueblo, me sentía perdido, solo.. sin ese rescoldo familiar que viví años pasados rodeado de mis seres mas allegados y queridos, los que hacen que esta celebración sea la fiesta por excelencia del recigimiento, del compartir.. la preciosa Navidad.
Navidades de mi infancia, escasas de cosas materiales, pero llena de ilusión, sencilléz, aceptación de lo poco que se tenia (no es más feliz el que mas tiene, sino el que menos necesita).
Cuantas Navidades han pasado desde entoces, vividas desde distintas formas, en distintas circunstancias... pero a mí siempre me viene a la mente las Navidades primeras, las de mi infancia y adolescencia... aquél olor a churros y chocolate, aquellas mañanas de Noche Buena, siempre como una excepción, como un lujo de aquellos tiempos.. con que ilusión esperaba aquella caja llena de dulces de turrones, como un aguinaldo recibida desde los Madriles, ya para mí y solo por esto, Madrid lo sentía mágico, fascinante, soñaba con venir a esta ciudad, y luego.. mis primeros años de Navidad en esta mi ciudad soñada.. que añoranza sentia el no estar con los mios en mi querido pueblo. ¿Veis que contradiciones tiene la vida?. Estaba en la ciudad deseada por mí.. y a la vez querria estar en el lugar donde me vio nacer.. ¿Y porqué me venían a la mente esos reyes magos que a lo mas que me dejaban eran unas simples pinturas de colores?. ¿Será que en lo poco, en lo sencillo, está la felicidad?.. ahí.. aquellas Navidades, aquellos humildes reyes magos.. cuanto los recuerdo... tal vez sea que nos volvemos mayores y nuestra mente se hace grande.. y recuerda.. y recuerda.
¡Oh, eterna Navidad, perenne infancia,
dulce elixir!: perfume tu fragancia
el lánguido rescoldo de mis sueños,
y aliente su llama en la rivera,
donde viven perpetua primavera
los humildes, sencillos y pequeños.
Como proponen mis amigas Fraililla y Merche, sacamos del baúl de los recuerdos esos villancicos entrañables que cantábamos de casa en casa pidiendo un pequeño aguinaldo.
Ande, ande, ande
la marimorena,
ande, ande, ande
que es la nochebuena.

Ya viene la vieja
con el aguinaldo
le parece mucho
le viene quitando
Pampanitos verdes, hojas de limón
la Virgen Maria, Madre del Señor.

Tiempos felices hayá por Rasueros.
Feliz 2016 para tod@s de este foro. Abzs. Ignacio