¿tienes una peluquería?

RASUEROS: Hola amig@s del foro! Ya es Semana Santa, días de descanso...

Hola amig@s del foro! Ya es Semana Santa, días de descanso para algunos, y de solemnidad religiosa para otros, máxime en Castilla, cuyas ciudades gozan de contar con algunas de las Procesiones más conocidas y prestigiosas de toda España. Pero no he entrado en el foro para hablar de esta festividad católica, sino para aportar mi opinión sobre el tema al que se refieren los anteriores mensajes.
En primer lugar dar las gracias a Lola por compartir con tod@s los que leemos o participamos en este foro de los maravillosos versos de su padre, Anatolio. Y siguiendo en cierto modo lo dicho por Ignacio, consideró que hay que hacer una serie de apreciaciones, pues como dice Lola, no hay que tomar el texto en forma literal, o mejor dicho, es necesario atender al momento al que se refiere, el cual desconozco, pero que debe ser una época anterior a la de mi infancia, dado que yo no he llegado a conocer esas "carencias". Hay que tener en cuenta que España vivió una cruenta guerra, de la que fueron testigos nuestros padres, y que trajo consigo hambre, restricciones, y una cierta ralentización en la evolución social, al quedar nuestra nación prácticamente "aislada" en sus relaciones exteriores. No olvidemos que a continuación de la nuestra, Europa se vio inmersa en la II Guerra Mundial, lo que dificultó aun más las relaciones internacionales. Pero esto tampoco supuso una absoluta paralización. Las innovaciones de aquel periodo también tuvieron acogida en las poblaciones españolas, con mayor o menor intensidad, pero los avances acabaron por llegar.
De la Guerra Española me habló en varias ocasiones mi madre. Cuando estalló todo ella se encontraba en Madrid, junto a su hermano, en casa de una tía. Al poco regresó mi madre al pueblo, y por desgracia para ella y toda su familia, lo hizo sola; su hermano murió en una de los primeros enfrentamientos. Fue ella misma la que descubrió su cuerpo inerte, en una fosa, junto al de otros que sufrieron las misma horrible suerte. Mi madre hablaba de ello sin rencor, calificaba aquella contienda como una guerra entre hermanos. Pero tampoco es momento ahora de extenderse más hablando sobre la guerra, ya que he hecho mención a ella para situar una etapa que, evidentemente, fue de grandes penurias y escasez, como ocurre, durante y seguidamente, en todas las guerras.
Lo cierto es que mi abuela materna tenía, podría decirse, acomodada, y no supuso un excesivo sacrificio el continuar una vida normal, dentro de lo posible. Poseía algunas tierras y casas, que fue vendiendo a medida que iba haciendo falta. Esto no quiere decir que no trabajaran, claro que lo hacían. Mi padre y mi madre también tuvieron que trabajar. Pero cada uno de mis tíos tenía un oficio, dos de ellos, incluso, accedieron a estudios musicales, en gran medida al talento heredado de mi abuelo. Durante años tocaron el órgano de la Iglesia con verdadero virtuosismo. Mi abuelo también tenía un oficio, y como negocio propio regentaba la barbería-peluquería del pueblo. No obstante, dedicaba gran parte de su tiempo con el párroco, lo que nos valió el apodo de "Los Sacristanes". Por tanto, y pese a los avatares de aquel periodo, toda mi familia salió adelante.
Por mi parte, y de los recuerdos que tengo, no viví calamidades, ni falta de recursos. Desde que tengo uso de razón he conocido la corriente eléctrica, la televisión desde los 10 años, edad en la que me regalaron una bicicleta por Navidad. Y por supuesto, siempre he conocido las fuentes. En mi casa se hacía matanza, dos mejor que una. Mis padre tenían su huerta y en el corral siempre había conejos. También recuerdo las vacas, y cuando mi madre me mandaba ir a buscarla al prado. Como ya he dicho, mis padres, ambos, trabajaron y duro. Mi madre prestó servicios de cocinera en la escuela durante varios años, atendía el huerto y los animales. Mi padre venía de una familia más humilde, fue obrero toda su vida, y con mucho orgullo.
Con lo dicho, quiero dar a entender que si bien las rimas de Anatolio se deben referir a un momento de su vida, puede que su infancia en las que las comodidades de las grandes ciudades no habían llegado al mismo rural, el recuerdo que tengo de Rasueros, de mi infancia, mi época, es muy distinta, son recuerdos de bienestar, modernidad, de alegría y felicidad, de vida en familia, de mucho amor, que es lo más preciado que pudieron darme mis padres, a los que tanto recuerdo, admiro y añoro.
Los textos de Anatolio son, a mi entender, de gran importancia, pues hablan de sus experiencias, de sus vivencias, como refrendatario de la situación y estado de las cosas de aquel entonces, su tiempo, en el que seguro, y pese a no contar con las comodidades (algunas excesivas) a las que ahora estamos tan acostumbrados, sobrevivieron, prosperaron, y fueron felices, imponiéndose a las dificultades.
Os deseo un feliz fin de semana y os envío a tod@s un abrazo.