Hoy como cada domingo he preparado el
pan en
casa. Muelo el trigo, a veces cierno la harina y a veces no pero el olor siempre me trae el mismo recuerdo: Veo a Salva en su
molino, blanco como un fantasma y sonriente como esas personas que son
felices porque no hay nada malo en ellas.
El
carro y la mula de la
foto son los de Salva, con una carga de tamujas del
pinar para trastejar.
¡Que recuerdos...!