Hola Amparo, calles como estas, con sus cantones, en cada esquina
y puertas de las casas, eran -como tú bién sabes Amparo - el
punto de encuentro de, mayores, de jovenes y adolescentes, para
el comentario de lo que hubiese pasado en cualquier ricón del
pueblo. Es sin lugar de duda, que el cantón era el fiel amigo
en el que de algún que otro modo confiabamos nuestros se cretos, porque el nunca nos delataria. ¡Hay si las piedras
hablarán, de cuantas cosas nos enterariamos! Pero nos que
daremos ... (ver texto completo)
y puertas de las casas, eran -como tú bién sabes Amparo - el
punto de encuentro de, mayores, de jovenes y adolescentes, para
el comentario de lo que hubiese pasado en cualquier ricón del
pueblo. Es sin lugar de duda, que el cantón era el fiel amigo
en el que de algún que otro modo confiabamos nuestros se cretos, porque el nunca nos delataria. ¡Hay si las piedras
hablarán, de cuantas cosas nos enterariamos! Pero nos que
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