!Cuantas veces he llorado al llegar a esa carretera! pensando que tenía que pasar más de un mes en ese pueblo que a mí me parecía olvidado. Ahora me doy cuenta que gracias a esa tranquilidad pude dedicar mucho tiempo a la lectura. Ahora con los años me encanta ir a San Juan para estar tranquila y olvidarme de los humos, ruidos y el stress.