¡también el nombrecillo que le puso a la vaca! Polvazos, tiene guasa, y anda que las cosas que pasan en tu pueblo! y eso que de Avila era Santa Teresa. jajaja.
Yo creo Santiago, que el nombre de la
vaca se lo puso después de vender los terneritos e irse a
Ávila a darse el
homenaje (y no me pidas que te explique de que tipo...).
Lo que no se es si todavía conserva la vaca.
¡Y ya ves!, dicen: Ávila, tierra de
santos y cantos, pero la verdad a algunos nos tiran más las yemas (¿has oido hablar de ellas?), y desde luego la mayoría no somos de
piedra.
¡Me ha alegrado mucho tu visita!, ¡te estaba poniendo falta!.
Un abrazo