De las muchas cosas, olores y sensaciones que me trasladan a mi niñez es el olor al heno recién cortado,
señal inequívoca de la llegada del
verano y otra las
vacas en la boyá, en el vegazo vamos, siempre me he liado entre la boyá y la chotá, de cualquier forma, te tocara ir de chotero o de boyero siempre te tocaba ir de vaquero.