Es real lo que veo:
chopos sin peso
plantados sobre un vértigo.
Una fijeza que se precipita
hacia abajo, hacia arriba,
hacia el agua del cielo del remanso
en un esbelto afán sin desenlace
mientras el mundo zarpa hacia lo obscuro.
(De Octavio Paz) ¡ Alta !, ¡ te quiero ! como chopo que al cielo se despereza, pero no mía. Para mi gusto esta es una de las partes más bonita del pueblo, y como veis estaba precioso.