Hice esta foto para referescar la memoria de ciertos niños de entonces, que utilizando su portentosa imaginación de niños, hicieron de esta piedra un tobogan, y se deslizaban sobre ella una y otra vez, y sus madres no se enfadaban porque tuvieran que echar "piezas" o rodilleras a los pantalones de sus vástagos.
No falta de nada, cuando la imaginación está a tu lado.
La piedras se hacen toboganes, las latas de sardinas carros, las vacas unos palos en forma de V, las muñecas se hacian de palo y patata...
No... Por cierto que a San Pancracio se le ha ahorcado la burra, y está disgustado. Santos si hay, están San Martin, San Isidro y San Pancracio. Santos no hay tantos como cantos. Ya se sabe el eslogan: Avila, ciudad de cantos y santos. Y la verdad de las dos cosas hay un rato largo tanto en la ciudad como en sus pueblos.