Acaricio las letras que forman tu nombre, y no se parecen en nada al tacto de tu pelo, ni transmiten el calor rugoso de tus manos.
Acaricio los números de esa fecha maldita, que te dejó tras la losa fría, que por fin te detuvo, y pienso: ¡que bien me vendría creer en un Dios inventado por los hombres, y saber un puñado de oraciones para consolarme...!.
En tanto, transito por este paraíso e infierno que es la vida, tomándome el tiempo en esas pildoritas analgésicas que tanto curan el dolor, pero... Nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio SIN RETORNO
Porque la muerte es ausencia
es un retiro penoso,
la paz de los cementerios
un jardín dadivoso.
Ese misterio que encierra
el haber dejado todo,
para estar siempre presente... Nos quedamos a veces detenidos en medio de una calle, de una palabra o de un beso, con los ojos inmóviles, como dos largos vasos de agua solitaria, con la vida inmóvil, y las manos quietas entre un gesto y el que hubiera seguido, como si no estuvieran ya en ninguna parte. Nuestros recuerdos son entonces de otro, a quien apenas recordamos. Es como si prestásemos la vida por un rato, sin la seguridad de que nos va a ser devuelta y sin que nadie nos la haya pedido, pero sabiendo que es usada Para algo...