Años sesenta en
la era bajo un sol de agosto. El trillador más
joven se retira no sabemos a donde.
Cúan frecuente era que los niños colaboraran en faenas de este tipo. Y por suerte nunca o casi nunca hubo accidente alguno. Eso que para
trillar cogían
vacas sin domar, cerriles, que según cuentan las llevaban a una especie de callejuela sin salida para atarlas, en fin como un rodeo de las pelis de vaqueros.