Siempre me ha gustado tumbarme mirando al
cielo, y ver su
color, limpieza y la multitud de nubes que nos ofrece. Me alegra la vista, y de paso recuerdo la niñez cuando trataba de encontrar un parecido entre la forma de la nube y cualquier objeto o animal, que se le va ha hacer, no tenía consola, ni ordenador, ni falta que me hacía.