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No hay clara que no sea... ni arriero que no sea, SAN MARTIN DE LA VEGA DEL ALBERCHE

Anoche soñé contigo,
volvieron a mi tus ojos claros
llenos de raro infinito,
¿desde que abismo me miraron?,
tal vez desde las estrellas
o quizás desde el cielo,
pues son esas las tierras
que navegan mis sueños.
Y despierto echándote de menos,
así, a lo bruto y como suena,
que largo es el tiempo
si lo mido con tu ausencia....

DLV (R)

Nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio.

(26 enero de 2010)
(16 de Enero de 2010)
Jamás le pondría una mordaza a esa voz tan pura (¿quién encierra una sonrisa?, ¿quién amuralla un voz?), ni le amenazaría con publicidad subliminal de fiereza gatuna, ni colgaría pancartas de indignación en mi farolito, antes al contrario, le facilitaría a Jesús unos tapones para los oídos, y unos calcetines con antifaz para que no le moleste la luz en los pies…

Con respecto a lo de emular al mirlo, necesitaría un montón de clases de “bel” canto, acaso un montón de huevos para afinar la voz, muchas,...
Hola amigos, como me gustaría poder escuchar ese mirlo que canta, debe ser maravilloso poderlo escuchar en el silencio de la noche, suerte que tenéis los que vivís en los pueblos pequeños estar cerca de la naturaleza y disfrutar de ella. En la capital no tenemos asa suerte, si que tenemos pájaros pero con el ruido délos coches imposible de poder escucharles como mocho los vemos de aquí para allá y nada mas, pero no renuncio a sus cantos y verlos ir de un árbol a otro y les doy de comer y todos acuden...
Este mirlo es un “cantaor” profesional y “okupa” nocturno, pero con premeditación, nocturnidad, alevosía y estilo. Menos mal que la justicia de sus cielos es benévola y justa con sus inigualables y bellos cantos, aunque dudo mucho de la humana apuntando hacia las plumas del músico con las zapatillas de andar por casa en las manos. Por otra parte, hay que comprender que durante el día tiene que buscarse la vida en el supermercado de la Vega y sus alrededores; atrapando gusanos, hormigas, orugas, caracoles,...
LA SOLEDAD SONORA

Nadie sabe de donde viene, ni por qué de todos los lugares posibles del pueblo, ha escogido para instalarse, el huertito abandonado de Tía Mercedes.
Durante el día está fugitivo, no se deja ver y apenas oímos sus soflamas, y es en la noche, en la noche sosegada, cuando irrumpe con su voz y rasga el silencio, y según su inspiración y según sus ganas, nos regala un concierto que muchas veces se prolonga hasta altas horas de la madrugada.
Y nosotros nos quedamos suspendidos de...
NAVIDAD 2010
En Navidad los ausentes,
su recuerdo inmoviliza,
y por el hueco del aire se desliza
cuando pronuncias su nombre.
Y sigue siendo extrañar,
un verbo con mucho infinitivo,
y sigue siendo allí un adverbio
de lugar, con demasiada lejanía....
y de nada vale llorar...