Bueno, bueno... ya he terminado de afinar la pandereta, el cencerro y el tambor. Ahora voy a felicitar a mis amigos de la Vega por el Año Nuevo, y de paso que me inviten a un par de pestiños, media docena de polvorones, un café de pucherete y una copa de “Anís Machaquito”..., perooo... ¿qué. oño pasa aquí? ¡Ya está liada por lo mismo de siempre! que la mayoría de los vegatos han perdido el bolígrafo BIC para escribir, así que ha tenido intervenir con firmeza Anónimo-193 para tratar de restablecer el orden. En el fondo, se trata simplemente de que los compañeros del Foro que “viven” a las “5 de la tarde” a pleno sol en la barrera de la Vega, se decidan de una vez a coger el capote y el estoque del bolígrafo sin capuchón para dar unos pases de vez en cuando, y que no se limiten a dar pitidos o a despojarse de los nostálgicos pañuelos de cuatro nudos para conceder orejas de vacas, toros, cabras, ovejas, liebres, etc., así como vueltas al ruedo.
El día que se enfade Anónimo-193 y deje de escribir, nos tocará llorar. Así que mucho ánimo y a colaborar, la Vega y los vegatos nos esperan siempre. Todos tenemos algo que decir o contar, aunque sean tonterías como las mías.
Un abrazo y un feliz Año Nuevo para todos.
El día que se enfade Anónimo-193 y deje de escribir, nos tocará llorar. Así que mucho ánimo y a colaborar, la Vega y los vegatos nos esperan siempre. Todos tenemos algo que decir o contar, aunque sean tonterías como las mías.
Un abrazo y un feliz Año Nuevo para todos.
Llevas poco tiempo en este foro, pero estoy segura, que al igual que el colega Siroquín, estas al tanto de la expresión “igual que clamar en el desierto”.
Con el tiempo te acostumbrarás, a tener casi únicamente el eco, el rumor, de tus propias palabras y los bolsillos llenos de arena, y gozarás especialmente cuando aparezcan en el horizonte oasis con el nombre de Santiago o en forma de anónimos 352 o similares...
¡Es lo que hay!, y de nada vale enfadarse, si algún día le corto las alas a mi pluma, será por aburrimiento y vergüenza, y en ese caso, la que lloraré seré yo.
Con el tiempo te acostumbrarás, a tener casi únicamente el eco, el rumor, de tus propias palabras y los bolsillos llenos de arena, y gozarás especialmente cuando aparezcan en el horizonte oasis con el nombre de Santiago o en forma de anónimos 352 o similares...
¡Es lo que hay!, y de nada vale enfadarse, si algún día le corto las alas a mi pluma, será por aburrimiento y vergüenza, y en ese caso, la que lloraré seré yo.