El daño que hace el hombre a tantos pájaros porque su canto es dulce, se llama jaula.
Y todos somos prisioneros de una jaula que se llama amor, y otra amistad, en las que aleteamos, y cantamos, y que como prisiones que son también nos hacen daño.
Y todos somos prisioneros de una jaula que se llama amor, y otra amistad, en las que aleteamos, y cantamos, y que como prisiones que son también nos hacen daño.