Nos estamos poniendo un poco perezosos y hemos dejado de escribir en nuestros respectivos foros, puede que sea porque llevamos ya varios años haciendolo y al ser nuestros pueblos no muy grandes, lo hemos contado casi todo y lo hemos mostrado en tantas fotos, la verdad que que yo he disfrutado y lo he pasado bién, he aprendido muchas cosas gracias a vuestra colaboración.
También la aparición del Facebok y el Tuenti, nos ha alejado un poco de nuestros foros.
Pero en los 761 comentarios que teneis de vuestro pueblo y en los 1012, que hay en el mio, hemos contado muchas cosas y lo más importante, que nuestra educación y nuestro respeto ha estado por encima de todo cosa que me alaga y me engrandece.
Un abrazo para todos.
También la aparición del Facebok y el Tuenti, nos ha alejado un poco de nuestros foros.
Pero en los 761 comentarios que teneis de vuestro pueblo y en los 1012, que hay en el mio, hemos contado muchas cosas y lo más importante, que nuestra educación y nuestro respeto ha estado por encima de todo cosa que me alaga y me engrandece.
Un abrazo para todos.
Estimado Santiago, no me gusta que utilices los verbos en tiempo pasado, aún queda mucho por decir, mucho por fotografiar, cada momento es único, y nos queda la palabra, como decía el poeta.
Cuando uno se lanza por un camino debe esperar cualquier cosa, que sea sinuoso, recto, amable, espinoso, que tenga repechos, dulces laderas, y también baches, es lo fascinante del camino, que nunca es igual, que no sabes lo que te puedes encontrar según avanzas.
Y a menudo, los caminantes que no son súper hombres, ni súper mujeres, hacen un alto, se quedan al borde del camino, en un afán de descansar, reponer fuerzas, o dejando paso a quien quiera retomar y dejar su huella en el sendero.
No es una rendición, ni una renuncia, es otra manera de hacer camino.
La andadura ha sido buena, ¡excelente!, (¡que nos quiten lo bailao!), muy provechosa como dices, (el camino nos ha enseñado), es muy grato volver la vista atrás y contemplarlo, (como cuando hice esta foto), pero lo mejor de todo es que no es un camino perdido, y con punto final, y que sin forzar la marcha aún nos quedan muchos pasos por dar en él.
Besos y abrazos
Cuando uno se lanza por un camino debe esperar cualquier cosa, que sea sinuoso, recto, amable, espinoso, que tenga repechos, dulces laderas, y también baches, es lo fascinante del camino, que nunca es igual, que no sabes lo que te puedes encontrar según avanzas.
Y a menudo, los caminantes que no son súper hombres, ni súper mujeres, hacen un alto, se quedan al borde del camino, en un afán de descansar, reponer fuerzas, o dejando paso a quien quiera retomar y dejar su huella en el sendero.
No es una rendición, ni una renuncia, es otra manera de hacer camino.
La andadura ha sido buena, ¡excelente!, (¡que nos quiten lo bailao!), muy provechosa como dices, (el camino nos ha enseñado), es muy grato volver la vista atrás y contemplarlo, (como cuando hice esta foto), pero lo mejor de todo es que no es un camino perdido, y con punto final, y que sin forzar la marcha aún nos quedan muchos pasos por dar en él.
Besos y abrazos