Y hablando de dientes, seguro que muchos conoceis esta anécdota de Tío..., de cuando hace ya unos años, fue a pedir presupuesto al dentista para hacerse una dentadura, los últimos cuatro versillos de la coplilla son copia literal de lo que él dijo:
El acudió un buen día
al médico dentista,
dispuesto a cambiar
su estropeada sonrisa.
Más bien a ponerse dientes
con que poder masticar,
que la cuestión esteticiene,
le daba un poco igual.
Iba pensando: ¡que tiemble el jamón
y la corteza los torreznos!,
no les tendré compasión,
si me cuadra el presupuesto.
Cuarenta mil duros le costaba
el poder cambiar de dieta,
y dejarle como nuevas
la totalidad de las muelas.
¿Dos.., doscientas mil pesetas
y se queda divina?,
con eso tengo yo "pa" sopas,
"toa" mi pu-ta vida...
(Para los que no hayan conocido las pesetas, hay que decir que doscientas mil pesetas son 1.200 € aproximadamente).
(Con respecto a Tío..., creo que sigue dándole a las sopas, y su sonrisa no tiene nada que envidiar a la de la Gioconda, ¡vamos de museo Louvre-gato!).
El acudió un buen día
al médico dentista,
dispuesto a cambiar
su estropeada sonrisa.
Más bien a ponerse dientes
con que poder masticar,
que la cuestión esteticiene,
le daba un poco igual.
Iba pensando: ¡que tiemble el jamón
y la corteza los torreznos!,
no les tendré compasión,
si me cuadra el presupuesto.
Cuarenta mil duros le costaba
el poder cambiar de dieta,
y dejarle como nuevas
la totalidad de las muelas.
¿Dos.., doscientas mil pesetas
y se queda divina?,
con eso tengo yo "pa" sopas,
"toa" mi pu-ta vida...
(Para los que no hayan conocido las pesetas, hay que decir que doscientas mil pesetas son 1.200 € aproximadamente).
(Con respecto a Tío..., creo que sigue dándole a las sopas, y su sonrisa no tiene nada que envidiar a la de la Gioconda, ¡vamos de museo Louvre-gato!).