La última comidilla del pueblo no ha sido por la fuga de las cigüeñas del tejado de la iglesia, ni lo desierto que ha estado de vacas el Vegazo este verano, ni el alambrado de este y otros lugares del pueblo para hacer partes entre los ganaderos de turno, ni las pocas moras que ha habido este septiembre, ni lo bien que han estado las fiestas del pueblo.
De lo que se habla, y comenta es la sucesión de robos en huertos y parcelas coincidiendo con la recolección.
Parece mentira que aún sucedan estas cosas, que gente del pueblo se dedique a la rapiña, y que sean sus propios vecinos las víctimas propiciatorias. ¡Si fuera que pasaran hambre...!
Espero que lean esto, se reconozcan y se les caiga la cara de vergüenza, y además espero, que les entre tal "torzón" con lo “guindado”, que cuando pasen por los huertos no se atrevan ni a mirarlos... ¡Sea...!
A LOS LADRONES DE HUERTO
Cuando llega el final del verano
a la hora de recoger la cosecha,
algunos van al pueblo en vano
pues ya se la han dado hecha.
Y es que hay en la Vega,
quien le da al ladronicio,
lo digo caiga quien caiga
¡hay que acabar con el vicio!.
Hay que terminar con los robaperas
y cuatreros de hortaliza ajena,
¡a la hoguera!, ¡a la hoguera!,
¡caiga sobre ellos la pena!.
Habrá que blindar los huertos
y contratar seguridad privada,
para pillar a esos rateros
con las manos en la masa.
Y ¡al loro! que el río cuando suena,
es que agua lleva,
y ya hay de quien se sospecha
lleva, muchas papeletas...
Algunos dicen por justificarlo:
¡es enfermedad!, ¡una pesadilla!
¿el remedio?: jarabe de palo,
en lo alto las costillas.
¡Fuera los chorizos mangantes!
polizones, intrusos de huertas,
hortelanos de blanco guante,
parásitos, plagas, malas hierbas...
De lo que se habla, y comenta es la sucesión de robos en huertos y parcelas coincidiendo con la recolección.
Parece mentira que aún sucedan estas cosas, que gente del pueblo se dedique a la rapiña, y que sean sus propios vecinos las víctimas propiciatorias. ¡Si fuera que pasaran hambre...!
Espero que lean esto, se reconozcan y se les caiga la cara de vergüenza, y además espero, que les entre tal "torzón" con lo “guindado”, que cuando pasen por los huertos no se atrevan ni a mirarlos... ¡Sea...!
A LOS LADRONES DE HUERTO
Cuando llega el final del verano
a la hora de recoger la cosecha,
algunos van al pueblo en vano
pues ya se la han dado hecha.
Y es que hay en la Vega,
quien le da al ladronicio,
lo digo caiga quien caiga
¡hay que acabar con el vicio!.
Hay que terminar con los robaperas
y cuatreros de hortaliza ajena,
¡a la hoguera!, ¡a la hoguera!,
¡caiga sobre ellos la pena!.
Habrá que blindar los huertos
y contratar seguridad privada,
para pillar a esos rateros
con las manos en la masa.
Y ¡al loro! que el río cuando suena,
es que agua lleva,
y ya hay de quien se sospecha
lleva, muchas papeletas...
Algunos dicen por justificarlo:
¡es enfermedad!, ¡una pesadilla!
¿el remedio?: jarabe de palo,
en lo alto las costillas.
¡Fuera los chorizos mangantes!
polizones, intrusos de huertas,
hortelanos de blanco guante,
parásitos, plagas, malas hierbas...