Normalmente, la cena de Nochebuena suele estar bien surtida y variada. Y mejor dicho, con más de lo necesario respecto a nuestras cenas habituales, ya que no queremos quedarnos cortos en tan señaladas fechas. De tal modo, se impone la lógica, y durante la semana que sigue a Nochebuena y Navidad resulta un lujo disfrutar de “buffet libre” en casa totalmente gratis, y sin tener apenas que cocinar. De paso, le hacemos un regate a la crisis. Una vez concluida la cena de Nochevieja y comida de Año Nuevo, volvemos a repetir la jugada con un nuevo “buffet libre” hasta Reyes. Finalmente, con el deseado roscón se acabaron nuestras alegrías. Debe ser cierto que no trae cuenta nacer pobre.
Buen provecho.
Buen provecho.