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SAN MARTIN DE LA VEGA DEL ALBERCHE: Leyendo el escrito de nuestro buen amigo Luis Martín,...

Este año nos ha costado trabajo arrancarle la primavera al invierno, pero con estos calores se nos esta yendo deprisa, casi sin darnos tiempo a enterarnos que esta aquí.
La primavera es la época de la siembra y como dicen la canción de La Bullonera
Dale tiempo, agua clara, semilla
y veras como tarde o temprano
vuelve a granar la vida
Y como aquí tiempo y agua clara tenemos aproveche el fin de semana pasado para sembrar unas judías riojanas, que aunque no tengan denominación de origen son autenticas de estas tierras. Las patatas las sembré a primeros de mes y los tomates, pimientos, acelgas, cebollinos los plante a mediados, porque eso es otra cosa que no tiene precio, el poder disfrutar del sabor de un tomate de campo, sin ningún aditivo extraño.
Quizás la primavera es una de las estaciones mas bonitas, porque todo esta naciendo, pero el otoño es la época de recoger los frutos y también todo esta cambiando y esa sinfonía de mil y un color es una maravilla.
Como he visto que no había ninguna foto de un escaño, acabo de mandar una para aquellos que no sepan lo que es.

Leyendo el escrito de nuestro buen amigo Luis Martín, mis lágrimas estaban regando su huerto. Todos hemos nacido en el campo, porque es el lugar donde están nuestros pueblos. Que sí, que también están vuestras vacas de la Vega, no nos enfademos en la bella primavera vegata.

Esas humildes reinas de la cocina que llamamos patatas, esos platos de judías riojanas capaces de alimentarnos durante una semana, esos tomates de campo que se ruborizan cuando los acariciamos en la mata, esos pimientos verdes como la primavera, esas orgullosas acelgas que mantienen a raya a nuestro enemigo colesterol, esos cebollinos bailarines aprendices de cebollas, ese tiempo que existe siempre, esas aguas claras que nos susurran cariño desde sus fuentes y arroyos, esas semillas que se rebelan desde sus profundidades... Hay que saber cultivar, comer y vivir.

¿Y qué se dilucida en las largas sesiones ante tan cómodo y extraordinario escaño?

Un abrazo,

Julio.