El pasado fin de semana se celebró en el alto Gredos, el II festival del piorno, entraron a concurso entre casas particulares y ayuntamientos unos cincuenta participantes. Se trataba de adornar las fachadas, fuentes, monumentos, o de montar alguna escena, teniendo por protagonista al piorno en flor, escoba florida decimos en La Vega.
Es por junio cuando, y según como venga el clima, el piorno explosiona en flor, y nos ofrece un espectáculo para los sentidos: las lomas ondulean de amarillo en combate con el verde de prados y dehesas, y el aroma es tan embriagador que me cuesta describirlo con palabras.
El verdadero festival sin retoques, nos lo ofrece siempre la naturaleza.
En La Vega este año, quizás venga algo tardía la floración por algunas zonas, está en flor sobre todo la parte de cañá del horno (cañalorno para entendernos), por eso los que no hayáis estado el fin de semana pasado tal vez podáis catar algo al próximo.
¡Si levantaran la cabeza los antiguos...!, dicen algunos... ¡hacer un festival con la escoba florida...!, ¡ellos que se las veían y deseaban para disponer de piorno...!, y es que es verdad, porque antes no había tantas escobas por el pueblo, primero porque las tierras estaban todas o casi todas sembradas (no en el abandono actual), y segundo porque se “rozaban” y “escobizaban” (y ¡ay si te cogían en una tierra que no fuera tuya....!), y llevadas en carro (“acarreadas”) a los corrales, se acumulaban en lo que llamamos “hacinas” (pronunciado como hache aspirada “jacina”), y eran la fuente de combustible, la candela de la lumbre baja que servía para cocinar y para calentarse, (hoy día la mayoría de las viviendas utilizan cocinas de gas o vitro, y las calderas funcionan con gasoil, carbón o encina.
¡Quién lo diría!, ¡hacer un festival con las escobas...!, ¡si levantaran la cabeza los antiguos...!
Por cierto los premios se los llevaron en San Martín del Pimpollar, Zapardiel de la Ribera, Hoyos del Espino y Navarredonda... ¡otra vez será! ¡a campeones morales nadie nos gana!
Saludos a todos/as.
Es por junio cuando, y según como venga el clima, el piorno explosiona en flor, y nos ofrece un espectáculo para los sentidos: las lomas ondulean de amarillo en combate con el verde de prados y dehesas, y el aroma es tan embriagador que me cuesta describirlo con palabras.
El verdadero festival sin retoques, nos lo ofrece siempre la naturaleza.
En La Vega este año, quizás venga algo tardía la floración por algunas zonas, está en flor sobre todo la parte de cañá del horno (cañalorno para entendernos), por eso los que no hayáis estado el fin de semana pasado tal vez podáis catar algo al próximo.
¡Si levantaran la cabeza los antiguos...!, dicen algunos... ¡hacer un festival con la escoba florida...!, ¡ellos que se las veían y deseaban para disponer de piorno...!, y es que es verdad, porque antes no había tantas escobas por el pueblo, primero porque las tierras estaban todas o casi todas sembradas (no en el abandono actual), y segundo porque se “rozaban” y “escobizaban” (y ¡ay si te cogían en una tierra que no fuera tuya....!), y llevadas en carro (“acarreadas”) a los corrales, se acumulaban en lo que llamamos “hacinas” (pronunciado como hache aspirada “jacina”), y eran la fuente de combustible, la candela de la lumbre baja que servía para cocinar y para calentarse, (hoy día la mayoría de las viviendas utilizan cocinas de gas o vitro, y las calderas funcionan con gasoil, carbón o encina.
¡Quién lo diría!, ¡hacer un festival con las escobas...!, ¡si levantaran la cabeza los antiguos...!
Por cierto los premios se los llevaron en San Martín del Pimpollar, Zapardiel de la Ribera, Hoyos del Espino y Navarredonda... ¡otra vez será! ¡a campeones morales nadie nos gana!
Saludos a todos/as.