Hice esta foto para referescar la memoria de ciertos niños de entonces, que utilizando su portentosa imaginación de niños, hicieron de esta piedra un tobogan, y se deslizaban sobre ella una y otra vez, y sus madres no se enfadaban porque tuvieran que echar "piezas" o rodilleras a los pantalones de sus vástagos.
No falta de nada, cuando la imaginación está a tu lado.
La piedras se hacen toboganes, las latas de sardinas carros, las vacas unos palos en forma de V, las muñecas se hacian de palo y patata...
No tenian de nada, pero tenian todo.
Ahora esa piedra la han recortado por una obra próxima, en cuanto a los niños de ahora, cuentan con un parquecito con columpios, que no se parece en nada a aquel fantástico, de soga gorda, que colgaba mi abuela en la puerta, y que te raspaba las piernas de que manera, aunque te pusieras el cojín debajo, y que tenía tan poco recorrido..., pero que era, eso, fantástico.
No falta de nada, cuando la imaginación está a tu lado.
La piedras se hacen toboganes, las latas de sardinas carros, las vacas unos palos en forma de V, las muñecas se hacian de palo y patata...
No tenian de nada, pero tenian todo.
Ahora esa piedra la han recortado por una obra próxima, en cuanto a los niños de ahora, cuentan con un parquecito con columpios, que no se parece en nada a aquel fantástico, de soga gorda, que colgaba mi abuela en la puerta, y que te raspaba las piernas de que manera, aunque te pusieras el cojín debajo, y que tenía tan poco recorrido..., pero que era, eso, fantástico.