Este año ha llovido muy poco, y por eso las moras no han madurado en demasía.
El fin de semana pasado dedicamos algún rato a su recolección, y no fuimos los únicos, hay cada vez más entusiasmo por recoger este fruto salvaje. Tal es así que va pasando como con las setas, que anda todo el mundo de tapadillo de acá para allá sin decir donde va, por no desvelar los zarzales secretos y mejores, cualquier día como nos descuidemos, ponen coto como a los boletus...
Sin salir del pueblo (que a veces hemos ido a Navacepedilla o a la Ribera, que el clima es más benigno aunque las moras son más dulzonas, menos bravías), he de decir que hemos cogido las suficientes para el gasto de la familia para el año, ¡y están...! ¡humm!, ¡de chupa et domine!.
Y he de decir que como hacía mucho tiempo que no iba a moras en serio, fuí en pantalón corto, ¡y claro!, ahora llevo una semana sin poder ponerme falda por los arañazos, pero bueno... se perdona el coscorrón por el bollo.
Y no digo si gustais, el que quiera moras, que se pinche y las coja
El fin de semana pasado dedicamos algún rato a su recolección, y no fuimos los únicos, hay cada vez más entusiasmo por recoger este fruto salvaje. Tal es así que va pasando como con las setas, que anda todo el mundo de tapadillo de acá para allá sin decir donde va, por no desvelar los zarzales secretos y mejores, cualquier día como nos descuidemos, ponen coto como a los boletus...
Sin salir del pueblo (que a veces hemos ido a Navacepedilla o a la Ribera, que el clima es más benigno aunque las moras son más dulzonas, menos bravías), he de decir que hemos cogido las suficientes para el gasto de la familia para el año, ¡y están...! ¡humm!, ¡de chupa et domine!.
Y he de decir que como hacía mucho tiempo que no iba a moras en serio, fuí en pantalón corto, ¡y claro!, ahora llevo una semana sin poder ponerme falda por los arañazos, pero bueno... se perdona el coscorrón por el bollo.
Y no digo si gustais, el que quiera moras, que se pinche y las coja