SAN MARTIN DE LA VEGA DEL ALBERCHE: ¡Qué bonito!

En el veinticuatro aniversario de su marcha:

DÉCIMAS A MI ABUELA ENE
La muerte cruel y furiosa
se la llevó de la mano,
y ya no tuvo el verano
el aroma de la rosa,
ni la brisa de retama
de otro junio embravecido,
ni su pelo encanecido,
ni la alegría de loca
ni una sonrisa en la boca,
ni paz, ni perdón ni olvido
DLV®

¡Qué bonito!