Antes en el pueblo, casi todo el mundo tenía al menos una yunta, es decir un par de vacas domadas, que uncidas al yugo tiraban del carro, del arado, o del trillo.
Yo no se cuanto tiempo, tardaban en "domar", "domesticar" estos animales de imponente fortaleza, y antaño tan utilizados en labores agrícolas.
Ahora como mucho, habrá una o dos yuntas en todo el término, y también se ha extinguido este año el derecho que toda persona empadronada en La Vega tuviera o no vacas a meter una yunta en el Vegazo, pero eso es otro tema...
Mañana es San Isidro, patrón de los labradores, vaya esta coplilla dedicada a las yuntas que ya no hay, y a los labradores que casi tampoco, y por supuesto a Todoos los Isidros e Isidras
Liberadas estáis del yugo,
ya no sois dóciles, serviles,
no hay vaqueros que os domen
condenadas sois a cerriles.
Lejos quedaron los carros
los trillos, los arados,
lejos quedó la fuerza
y la voluntad doblegada,
de seguir a vuestro amo
a punta de la "ijada"
Ya no tiene la tierra
sobre si vuestra huella,
triste campo baldío sin sementera,
sin surcos sin arrugas,
con que acoger la primavera.
Ya no hay Isidros labradores
ni pastores por el suelo,
mirando la hora en el sol,
ni tampoco niños yunteros.
Yo no se cuanto tiempo, tardaban en "domar", "domesticar" estos animales de imponente fortaleza, y antaño tan utilizados en labores agrícolas.
Ahora como mucho, habrá una o dos yuntas en todo el término, y también se ha extinguido este año el derecho que toda persona empadronada en La Vega tuviera o no vacas a meter una yunta en el Vegazo, pero eso es otro tema...
Mañana es San Isidro, patrón de los labradores, vaya esta coplilla dedicada a las yuntas que ya no hay, y a los labradores que casi tampoco, y por supuesto a Todoos los Isidros e Isidras
Liberadas estáis del yugo,
ya no sois dóciles, serviles,
no hay vaqueros que os domen
condenadas sois a cerriles.
Lejos quedaron los carros
los trillos, los arados,
lejos quedó la fuerza
y la voluntad doblegada,
de seguir a vuestro amo
a punta de la "ijada"
Ya no tiene la tierra
sobre si vuestra huella,
triste campo baldío sin sementera,
sin surcos sin arrugas,
con que acoger la primavera.
Ya no hay Isidros labradores
ni pastores por el suelo,
mirando la hora en el sol,
ni tampoco niños yunteros.
Muy bueno, Viva San Isidroooooo. Fizzzzzzzzzzzzzzzzzzz...... Pummmmmmmmmmmm.