La verdad es que, viendo comer a estos animalitos, piensas en lo bien que les va el nombre de cerdos, cochinos, guarros o marranos. Se "abocican" con ansía en las pilas, gruñen, y se empujan entre ellos, se meten de patas en la comida.... ¡un espectáculo!.
Además, son muy voraces, y tienen unas potentes mandíbulas, capaz de arrancar al descuido una mano, hay que tener cuidado con ellos. Tanto es así, que al hozar, levantan el suelo, incluso el cemento de los casillos, a fin de disuadirles de esta acción, se les pone en el hocico, unos aros metálicos que les molesta al hozar o sea que se les pone un piercing, que en rural se llama “ensortijar”.
Algunos del pueblo, cuando por primera vez vieron a personas con los piercing hechos en los labios, asociaron ideas, y llegaron a la conclusión de que sin duda esa gente, debía tener las baldosas de su casa levantadas....
¡Habló la voz de la experiencia!
Además, son muy voraces, y tienen unas potentes mandíbulas, capaz de arrancar al descuido una mano, hay que tener cuidado con ellos. Tanto es así, que al hozar, levantan el suelo, incluso el cemento de los casillos, a fin de disuadirles de esta acción, se les pone en el hocico, unos aros metálicos que les molesta al hozar o sea que se les pone un piercing, que en rural se llama “ensortijar”.
Algunos del pueblo, cuando por primera vez vieron a personas con los piercing hechos en los labios, asociaron ideas, y llegaron a la conclusión de que sin duda esa gente, debía tener las baldosas de su casa levantadas....
¡Habló la voz de la experiencia!