De todos los regalos que me han hecho, este es uno de los más inesperados y sorprendentes, me le dieron el domingo pasado, de procedencia el rastro de Madrid.
Es una corneta de pregonero, muy parecida a la que debe de haber en el pueblo.
Limpia, la tengo de adorno, que soy incapaz de sacarle una nota, así que para los avisos sigo como siempre...., ¡túuu a poner la mesa!, ¡tuuuu, a comer...!, ¡tuuuu...!
Es una corneta de pregonero, muy parecida a la que debe de haber en el pueblo.
Limpia, la tengo de adorno, que soy incapaz de sacarle una nota, así que para los avisos sigo como siempre...., ¡túuu a poner la mesa!, ¡tuuuu, a comer...!, ¡tuuuu...!