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URRACA MIGUEL

Habitantes: 9  Altitud: 1.175 m. 
Hoy amanece en URRACA MIGUEL a las 09:39 y anochece a las 18:54
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Situación:

Está a 14 kilómetros de Ávila, en sus alrededores se encuentran otros pueblos: Bernuy Salinero, Ojos Albos, Medina de Voltoya, Vicolozano

Ayuntamiento:

En la actualidad no tiene Ayuntamiento propio ya que Ávila lo anexionó. El edificio del antiguo Ayuntamiento es en la actualidad un centro sociocultural.

Monumentos:

La Iglesia Parroquial de S Miguel Arcangel del siglo XVI que encontramos en la parte más alta del pueblo.

Fiestas:

El día 8 de mayo, día de patrón San Miguel Arcángel.
El primer fin de semana de Julio en honor de su patrona la Virgen del Rosario.

El sábado por la mañana se va a misa por que se celebra la fiesta religiosa en la que se saca a la Virgen del Rosario en procesión acompañada de los mayordomos y vecinos del pueblo y demás acompañantes que quieren asistir, cuando termina la misa se da un convite a todo el pueblo, por la tarde sobre hay cambio de mayordomos y rezo del Santo Rosario, a la salida se vuelve a hacer un convite ofrecido por lo nuevos mayordomos, en esa misma tarde se celebran concursos de juegos para todas las edades y en esa noche hay una orquesta que dura hasta bien entrada la madrugada.

El domingo a las tres de la tarde se hace una gran paellada en la plaza a la que asiste todo el pueblo a comer, por la tarde se terminan los juegos que se emprendieron el día anterior y en la noche vuelve a haber orquesta y a cierta hora se entregan los premios de los juegos y en la madrugada se da chocolate.

Santa Águeda: se celebra el primer domingo de febrero donde las mujeres asisten a misa a misa en honor a esa santa, también hay convite para todos.

Semana Santa: se celebra como en casi todos los pueblos.

Las fiestas ahora mismo están bien porque la juventud se anima a ir al pueblo de Urraca Miguel y hay bastante ambiente.

Costumbres:

El pueblo tenía su local de Ayuntamiento donde se reunían para tratar las cosas del pueblo y lo utilizaban para muchas actividades según las costumbres de aquellos tiempos: celebraban las elecciones tanto municipales como las de las Cortes, tallaban a los quintos, remataban los pastos, remataban las mandas de San Antón y rifaban el famoso bollo de la fiesta. Se utilizaba para todos los bailes, se utilizaba para hacer comedias como la de don Juan Tenorio por los vecinos del pueblo.
También tenían un alguacil que con una bocina pregonaba por las calles del pueblo diciendo: “Por orden del señor alcalde, hago saber a todos los vecinos que se rematan los pastos...”
Tenían una escuela mixta con su buen maestro.
Había iglesia con su sacerdote.
También una fragua con su herrero, corral de Concejo, donde se cerraban los animales que se iban a los sembrados. Había un guarda para guardar los sembrados, había una posada con muy buenas cuadras para los arrieros y una taberna.
Había médico que pasaba consulta por las casas de los enfermos. Residía en Mediana de Voltoya.
El correo recogía la correspondencia en Ávila y tenía que hacer la distancia de 14 kilómetros andando o en burro.
También había un estanco y alguna tienda muy pequeña de ultramarinos.
Estos colonos casi se autoabastecían con lo que ellos mismos producían; solían ir a Ávila a caballo o en burro, sobre todo, los viernes, para comprar lo que ellos no tenían.
Todo el coto redondo era propiedad del Duque, incluidas las casas de los colonos y también las cuadras, pajares, y encerraderos donde tenían sus ganados. Solamente eran de su propiedad el ajuar y sus ganados.
En aquellos tiempos había mucha ganadería: ovejas, vacas, yeguas y burros; además cada colono solía tener dos cabras, cerdos y gallinas que les servían para el sustento de todo el año. Los colonos que tenían ovejas, tenían un pastor cada uno; pero las vacas salían al campo en las manadas: las cerriles y las domadas. Estas eran de todos los colonos. Lo mismo pasaba con las cabras y los marranos: salían todos juntos con un guardián y, por la noche, cada uno sabía dónde estaba su dormitorio y pesebre.
En la montanera de la bellota, cada colono llevaba los marranos que le correspondían según la tierra que labraba y después, a hacer la matanza. Las gallinas estaban en los corrales, pero salían por las calles del pueblo, pero cada gallina ponía el huevo en el corral de su amo.
En aquellos tiempos, la labores del campo se hacían con las parejas de vacas, toros, caballos y burros y el célebre arado romano. La siega del heno se hacía con guadaña y la siega de cereales, con la hoz. Los veranos eran bastante largos; todo tenía que hacerse con el trillo y herramientas de verano como la orca, el orcate, la pala, el gario... Y para medir el grano se usaba el celemín, la cuartilla y la media fanega.
Pero además del trabajo, tenían sus deportes y sus fiestas. Como deporte favorito, la calva y las cartas. En fiestas, tenían el día de San Antón, el 17 de enero (fiesta que nosotros hemos perdido), el resto de las fiestas las conservamos igual o parecidas.
Además de la ganadería y la agricultura, tenían huertos: los huertos de arriba, los entremuertos y los de la vega. Estos huertos se regaban con el agua del río, de donde sacaban una cacera que regaba los huertos de arriba, los entremuertos y pasaba una cacera de agua por el pueblo y otra cacera por los huertos de la vega. La mayoría sembraban patatas para consumo.
El trigo y demás cereales los molían en el molino del Quemao, que molía con la presión del agua; y era del Duque. El molinero era de Ojos Albos. En el molino, del trigo se separaba la harina del salvado. Era trigo candeal. De la harina se hacía el pan en medianas grandes, que eran cocidas en los muchos hornos que en el pueblo había. El horno se alimentaba con leña, tomillos, piornos o meaperros y el pan era muy bueno. Por lo general, hacían una hornada de fanega y media de trigo y les duraba el pan quince días. Para que se les conservara mejor, solían tener unas nasas en forma de cuba hechas de paja y mimbre. También se prestaban unos a otros las medianas para gastarlas más pronto. También se hacían muy buenos bollos o mantecados para las fiestas.
Además de los colonos que labraban las tierras del duque, en el pueblo había otros vecinos que no eran colonos, como el herrero, el correo, el albardero, albañiles, poceros y los que guardaban los ganados (pastores, vaqueros, yegüeros, cabreros y porqueros). Estos eran asalariados de los colonos y cobraban en especie todos los meses. Los pastores cobraban fanega y media de trigo y algo en metálico; los vaqueros y demás guardianes cobraban por las casas según el ganado que guardasen un celemín de trigo.
Las bodas, siempre las hacían en el pueblo. Por lo general sacrificaban una ternera y solían durar tres días. Después de la ceremonia de la iglesia se iba al ayuntamiento.
Además, había mucha ganadería de ovejas, vacas, yeguas, burros, cerdos y gallinas por las calles. Se labraban y sembraban todas las parcelas, tanto de trigo como de centeno. Al haber muchas ovejas, había mucho abono para las tierras, que producían mucho trigo y centeno. En los huertos se sembraban patatas y alubias. Había unos ochenta pares par labrar las parcelas. Cuando salían del pueblo, los caminos se llenaban de labradores.
Por estos años, el término de Urraca era muy conocido por todos los alrededores por los buenos pastos que tenía. Algún año, los parceleros que no tenían ovejas los arrendaban a otros pueblos de la provincia.
El Ayuntamiento de Urraca Miguel no tenía ninguna propiedad. El presupuesto municipal lo recaudaba de los impuestos que gravaba como tránsito de ganado, impuesto de carros y otros que pagaban las dehesas que componían el municipio como Serones, Ciervos y Valdihuelo. Los gastos no eran muchos: pagar al secretario, al alguacil, al gaitilla y el tambor de las fiestas de San Miguel Arcángel (patrón del pueblo) y el día de la fiesta 2 de julio (fiesta de la Virgen del Rosario) y gastos extraordinarios de oficina y viajes.
Hasta hace pocos años, las estaciones del año eran más uniformadas, en invierno nevaba mucho y los campos se nutrían de agua para tener reservas; también helaba mucho y el hielo sujetaba la nieve en las montañas. En la primavera solía llover bastante, lo que hacía que los campos produjesen bastante. En los veranos, también alguna tormenta nos daba un día de fiesta porque nos mojaba los prados y no se podía trillar, pero por lo general eran secos. Había un refrán que decía:”El que no termina de eras por San Bartolomé (24 de agosto), agua en él”. En el otoño también llovía para empezar la sementera. Como nevaba mucho y llovía bastante, los ríos no se secaban y había peces en ellos; el campo estaba muy alegre porque además de los pastores y de los labradores que se les oía cantar y ladrar a sus perros y los cencerros de las ovejas, había también muchos pájaros, entre ellos, muchas perdices que por las mañanas cantaban sin cesar, las urracas grajeaban en los zarzales acompañadas de los jilgueros y los ruiseñores. No faltaba el célebre gorrión que por las calles iba a saltitos recogiendo algún grano de trigo. También había en los campos bastantes conejos y liebres, culebras, lagartos, erizos, lagartijas... también alguna zona tenía víboras que solían picar a las ovejas en la cabeza y si no les sacabas el veneno se morían.

Historia:

URRACA: l. con ayunt. de la prov., part jud. y dióc de Ávila (2 leg) aud. terr. de Madrid (3) cg de Castilla la Vieja: SIT. en la falda de una sierra llamada la Cuesta; le combaten los vientos N y E y su clima es sano. Tiene 70 CASAS me mediana construcción, la de ayunta. que sirve a la par de carcel, escuela de primeras letras, común a ambos sexos, dotada con 300 rs. y 42 fan. de trigo y una igl. Parr. (San Miguel Arcangel) aneja a la de Ojos-albos, cuyo párroco la sirve; en los afueras y lado E. hay un paseo con arbolado, y los vec. se surten para sus usos de aguas frías, delgadas y saludables. Confina el TERM. N y E Ojos-albos, S. Mediana y O. Tornadizos de Ávila; se extiende ½ leg. por N y E, y 1 por S y O, y comprende un desp titulado Civiercar, dos casas o deh. llamadas de Ciervos y Seroner, una venta llamada Campo Azálvara, un monte de encina, diferentes canteras de pizarra y varios prados naturales; le cruza un arroyo de igual nombre que el pueblo, con cuyas aguas se riegan algunos linos, huertos y patatas. El TERRENO es de mediana calidad. CAMINOS: los que dirigen a los pueblos limítrofes y pasa junto a las casas una carretera que dirige de Ávila a Madrid. El correo se recibe en la cab. del part. por los mismos interesados. PROD.: trigo, centeno, cebada, algarrobas, patatas, lino y legumbres; mantiene ganado lanar, vacuno, cabrío y yeguar. Y cría caza de liebres y perdices, no faltan zorras ni lobos. POBL: 52 vec., 208 alm. CAP. PROD.: 677,725 rs, IMP.: 27,109. IND: 2,300. CONTR: 6,880 rs 21 mrs

Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España y sus posesiones de Ultramar. Tomo XV. Pascual Madoz. Madrid 1849

HISTORIA DE UN PUEBLO QUE DEJÓ DE SER PUEBLO PARA SER
BARRIO

El primer libro de fábrica de la iglesia de Urraca es del año 1648, en el que se reflejan las cuentas que los fieles daban a la iglesia. Habla de reales, maravedíes, fanegas y dos celemines de trigo; de esto se deduce que la casa curato en aquellos tiempos era la panera donde se almacenaban los diezmos y primicias a la Iglesia.
En 1826, Lucas Gregorio (molinero) remite a los almacenes de la capital veinte fanegas de trigo por no haber quedado ya granos en esta plaza. En uno de los capítulos de gastos, dice que con tres arrobas y media de aceite se mantiene la iluminación del Santísimo.
En los archivos diocesanos consta que en los años 1592 se celebraban bautizos, defunciones y matrimonios. En el 1593, siendo cura Don Diego del Carpio y siendo Mayordomo de la Iglesia Diego Cardiel. El pueblo de Urraca Miguel fue un pueblo de señorío, cuyo propietario fue el Duque de Abrantes.
El pueblo estaba poblado de colonos, tanto ganaderos como agricultores. Estos colonos pagaban una renta al duque en especies (tenía un administrador en Ávila y los colonos le llevaban la renta).

DISCURSO DE CLAUDIO SÁNCHEZ ALBORNOZ, A FAVOR DE URRACA

.../... El pueblo de Urraca Miguel, a que me vengo refiriendo, es un pueblo de señorío, como tantos otros pueblos castellanos de Ávila, Segovia y Salamanca, que pertenecía todo él a un señor, tanto las casas como los campos y los huertos; sólo eran propiedad de los vecinos del lugar las puertas y ventanas de las casas, sus ajuares y sus ganados. Exactamente igual que ocurría hace mil años con los señores leoneses; mil años transcurridos en balde, mil años que han pasado como una pesadilla, sin que al cabo de ellos, en pleno siglo XX, hayan podido dejar de vivir los hombres sometidos como entonces al señorío de otros hombres. Le llamaban “señor”, con un mismo apelativo que hace siglos, y el señor, en pleno régimen constitucional, ejercía el mero y mixto imperio sobre el lugar, y él o su administrador nombraba el Ayuntamiento, el juez, los secretarios; nadie se movía en el pueblo sin su autorización y, desde luego, el señor disponía del censo y era muy difícil encontrar un maestro o un peón caminero que quisiera actuar de interventor para evitar el “pucherazo”.
Yo pido a los señores ministros de Trabajo y Economía que piensen en la posibilidad de ayudar a estos pueblos, porque el banco del que habían recibido el 20%, les pide no el pago de los intereses de la amortización, sino la devolución íntegra del capital y, naturalmente, estos campesinos no tienen recursos suficientes para satisfacer de una vez esta cifra elevadísima, ya que es de añadir que la tasación se hizo muy por lo alto y que este 20% representa una cifra cuantiosa. Yo ruego a dichos señores ministros que, ya por medio de la Acción Social Agraria, ya por medio del Crédito Agrícola, ya de alguna manera, procuren salvar la enorme dificultad de momento, a fin de que estos campesinos no se vean obligados a abandonar sus tierras y no tengan el día de mañana que pensar, tal vez con amargura y desilusión, que la República y las Cortes Constituyentes, que les habían ofrecido librarse de su miseria y restablecer su libertad, les han dejado perecer después de mil años de tragedias y de vida servil.

(Tomado del libro “Personajes abulenses” de D. Fco. López Hdez.)

Turismo:

Hay una casa rural y un centro de hípica.
Un carril para cicloturismo llega hasta Ávila.
Se pueden realizar actividades de senderismo por caminos que discurren por lugares de interés.