El hongo es blanco y a medida que alcanza la madurez se va tornando marrón. Posee unas pequeñas granulaciones en toda la parte superior que se desprenden fácilmente.
Muy común, fructifica tanto gregariamente como en solitario, y en todos los ecosistemas, tanto en primavera como en verano o en otoño.
Como casi todas la especies de forma globosa con gleba blanca, es comestible de mediocre calidad, pero siempre que sean ejemplares jóvenes -con el interior blanco puro-.