No creo que nadie pueda tildar a este
pueblo de "pueblucho", pues no lo es ni por el número de
casas que tiene ni mucho menos por la calidad humana de sus gentes que acogen a los de fuera como si fueran de allí, como en su día hicieron con mi
familia, cosa que nunca ninguno de nosotros olvidará ni agradecerá bastante. Mario (hijo de Don Mario, el maestro).