Plaza víctimas del terrorismo
Fuiste roca y pedernal
En estado moribundo
Tu tierra un vasto erial
Nunca criaste un fruto.
Una mente prodigiosa
Quiso curar tu dolor
Se propuso hacerte hermosa
Con tesón lo consiguió.
Nuestra tenaz Alcaldesa
Y Diputación Provincial
Con energía y destreza
Realce dan al Villar.
Cuando mandas tu mirada
Ves esas bonitas rosas
Tan bellas e inmaculadas
Cunas son de mariposas.
Nombre recibe esta plaza
Fruto del cruel terror
Herida nos dejo el alma
Sangrando el corazón.
Desde lo alto del cielo
En sus grandiosos balcones
Las víctimas dan consuelo
Y nos forjan ilusiones
Los hijos de este lugar
Que un día nos dejaron
Sonríen al contemplar
Este precioso regalo.
En nuestra mente grabado
Queda Agustín y Carmina
En un marco plateado
Sois espejo en nuestra vida.
Hoy reuniditos estamos
En el villar de corneja
Con anhelo festejamos
Tu bautizo y nuestra fiesta
Los hombres y mujeres
Que habitan este lugar
Son honrados y muy fieles
Son portadores de paz
Dentro del pecho llevar
La gratitud de este pueblo
Que él nunca olvidará
Este grandioso momento.
Santiago Hernández Díaz
Fuiste roca y pedernal
En estado moribundo
Tu tierra un vasto erial
Nunca criaste un fruto.
Una mente prodigiosa
Quiso curar tu dolor
Se propuso hacerte hermosa
Con tesón lo consiguió.
Nuestra tenaz Alcaldesa
Y Diputación Provincial
Con energía y destreza
Realce dan al Villar.
Cuando mandas tu mirada
Ves esas bonitas rosas
Tan bellas e inmaculadas
Cunas son de mariposas.
Nombre recibe esta plaza
Fruto del cruel terror
Herida nos dejo el alma
Sangrando el corazón.
Desde lo alto del cielo
En sus grandiosos balcones
Las víctimas dan consuelo
Y nos forjan ilusiones
Los hijos de este lugar
Que un día nos dejaron
Sonríen al contemplar
Este precioso regalo.
En nuestra mente grabado
Queda Agustín y Carmina
En un marco plateado
Sois espejo en nuestra vida.
Hoy reuniditos estamos
En el villar de corneja
Con anhelo festejamos
Tu bautizo y nuestra fiesta
Los hombres y mujeres
Que habitan este lugar
Son honrados y muy fieles
Son portadores de paz
Dentro del pecho llevar
La gratitud de este pueblo
Que él nunca olvidará
Este grandioso momento.
Santiago Hernández Díaz