En general, la iglesia de este pueblo está muy bien y merece ser conocida y visitada. Aparte del retablo, que me ha parecido maravilloso, me gusta el púlpito; en este caso metálico y pintado en colores dorados. Hay muchas iglesias, que al llegar los micrófonos y altavoces a estos lugares religiosos, suprimieron el púlpito. Craso error, considerar que por no tener utilidad algo hay que destruirlo sin más, cuando es un elemento que, muchas veces, tiene un importante valor artístico, pero también para ... (ver texto completo)