Ajarte es un despoblado situado al norte del Condado de Treviño, en la vertiente sur de los
Montes de Vitoria que separan
Burgos de
Álava, a orilla derecha del arroyo de su nombre, en la vega del
río Saraso.
La aparición del
pueblo pudo suceder a finales del siglo XII o principios del XIII, pero la primera documentación escrita sobre él aparecen en 1025 en el Cartulario del
Monasterio de
San Millán de la Cogolla.
Tenía jurisdicción de Señorío, lugar que pertenecía al Duque de
Arcos y conde de Treviño, al que pagaban tributos.
En la Edad media tuvo cierta importancia por ser zona de paso y tiene fama por su
piedra y canteros
medievales. Sus canteras de lumaquela, piedra fácil de trabajar que se endurece con el tiempo. Con ella se construyó la
catedral nueva de Vitoria.
La
iglesia de Ajarte estuvo dedicada a San Esteban, saqueada y en proceso de
ruina. Se trata de un templo de una nave rectangular, con una
capilla lateral, conserva todavía su lineal cabecera y esbeltos
ventanales románicos, con
portada románica de
arco de medio punto y jambas con baquetones y pequeños
capiteles con sencillos motivos geométricos.
Por una parte el aislamiento y por otro la proximidad a Vitoria y sobretodo por las carencias que tuvieron los vecinos de Ajarte, sin
carretera, ni
escuelas, ni
médico, ni cura, a mediados de los años 80 del siglo pasado fue abandonado por el último de sus habitantes, aunque al finalizar el siglo vuelve a tener vida.