Las almadreñas (copiado de internet)
Revista de Folklore+Las Almadreñas de Burgos-
Voy facerte unes madreñes
de tacón y que levanten
porque eres baja y alcances
a los brazos de tu amante.
Estas almadreñas, inesperadas, fueron confeccionadas con las hayas de los montes de Sedano y Villadiego y no pudieron jamás ser igualadas por otros almadreñeros, ya que no había nadie que las hiciera tan livianas, como las burgalesas.
Estas almadreñas, inesperadas, fueron confeccionadas con las hayas de los montes de Sedano y Villadiego y no pudieron jamás ser igualadas por otros almadreñeros, ya que no había nadie que las hiciera tan livianas, como las burgalesas.
¿Cómo es posible que una zona sin experiencia almadreñera, de la noche a la mañana se convirtiera en uno de los focos de fabricación más envidiado? La explicación está en una serie de circunstancias que forzaron a que ello se produjera.
Por el año 1904 y en Vibaño de Llanes (Asturias), nacía, Rodolfo Vela Santovenia, el cual por azares del destino se dedicó a hornero en las tejeras. Casó con doña Evarista Santos Pérez, también de Vibaño de Llanes y es entonces cuando entra en contacto con su suegro Fernando Santos, que era pionero almadreñero en Taberga. Vela ya había empezado a trabajar la madera haciendo cucharas y cucharones utilizando la madera de haya, alisa, o abedul y para las Semanas Santas hacía a sus hijos carracas con madera y cañas de escoba.
Con su suegro aprende a confeccionar almadreñas y enseguida empieza a suplementar sus horas de hornero con el oficio de artesano almadreñero que pronto lo realizaría con gran superación.
Leer mas en la web. Cariños a todos.
Revista de Folklore+Las Almadreñas de Burgos-
Voy facerte unes madreñes
de tacón y que levanten
porque eres baja y alcances
a los brazos de tu amante.
Estas almadreñas, inesperadas, fueron confeccionadas con las hayas de los montes de Sedano y Villadiego y no pudieron jamás ser igualadas por otros almadreñeros, ya que no había nadie que las hiciera tan livianas, como las burgalesas.
Estas almadreñas, inesperadas, fueron confeccionadas con las hayas de los montes de Sedano y Villadiego y no pudieron jamás ser igualadas por otros almadreñeros, ya que no había nadie que las hiciera tan livianas, como las burgalesas.
¿Cómo es posible que una zona sin experiencia almadreñera, de la noche a la mañana se convirtiera en uno de los focos de fabricación más envidiado? La explicación está en una serie de circunstancias que forzaron a que ello se produjera.
Por el año 1904 y en Vibaño de Llanes (Asturias), nacía, Rodolfo Vela Santovenia, el cual por azares del destino se dedicó a hornero en las tejeras. Casó con doña Evarista Santos Pérez, también de Vibaño de Llanes y es entonces cuando entra en contacto con su suegro Fernando Santos, que era pionero almadreñero en Taberga. Vela ya había empezado a trabajar la madera haciendo cucharas y cucharones utilizando la madera de haya, alisa, o abedul y para las Semanas Santas hacía a sus hijos carracas con madera y cañas de escoba.
Con su suegro aprende a confeccionar almadreñas y enseguida empieza a suplementar sus horas de hornero con el oficio de artesano almadreñero que pronto lo realizaría con gran superación.
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