Es vergonzoso que en pleno año 2007, treinta y dos años después de la "pacífica" y "modélica" Transición (??) siga existiendo un momumento, monolito o como lo queráis llamar, que honre la memoria de uno de los principales inductores de una guerra que regó de sangre las
calles del Estado, exterminó la legítima experiencia democrática y sesgó una de las mejores generaciones culturales, entre otras cosas.