EL POCEIRÓN
Preñado de leyendas, este humedal recibe el nombre del dios Airón, deidad prerromana del inframundo, pero también de la vida renacida, que era muy venerado por el
pueblo celta de los pelendones que, hace unos 2.500 años, poblaba la actual comarca burgalesa de
Pinares.
En sus inmediaciones se han localizado seis castros amurallados, el más importante el del Picón de Navas. Uno de sus ritos relacionado con el
agua era el de arrojar las armas a las
aguas para obtener protección, en este caso del dios Airón, en sus guerras con los
pueblos vecinos.
El Poceairón burgalés se encuentra a poco más de 1 km de
Aldea del Pinar, tiene una forma casi circular y un diámetro de unos 50 metros. El nivel de sus aguas no es constante ya que está sometido a las fluctuaciones estacionales del acuífero calizo del que se nutren.
Por el ligero gusto salobre de sus aguas los lugareños también lo conocían como ojo de
mar. El modesto arroyo por el que desagua el Poceairón es tributario del
río Muyeuelo que a su vez desemboca en el río Lobos, justo donde comienza su espectacular y serpenteante cañón calizo.
Rodeado de
pinos, la
primavera es la mejor época para admirar este mágico humedal ya que a partir del
verano y al bajar las aguas, su superficie se llena de algas y juncos que solo respetan el más profundo centro del
pozo.
Cómo llegar
Hay que salir de
Burgos por la A-1 con dirección a
Madrid y a la altura de Sarracín tomar la
carretera de
Soria, N-234, hasta
Hontoria del Pinar. Desde esta localidad y hacia la izquierda, la BU-V-2229 enfila hacia Aldea del Pinar. Desde allí un señalizado
sendero nos conducirá en poco más de un kilómetro hasta el mítico Poceairón.