Monumentos:
Igl San Millán Abad; su pequeño templo parroquial presenta nave rectangular, ábside recto y espadaña. La construcción es de mampostería. Conserva una de las portadas más bellas del románico de esta tierra. Pudo realizarse en el primer tercio del siglo XII y está muy relacionada con la de Soto de Bureba.
Se estructura con dos arquivoltas cobijadas por un guardapolvo realzado con meticuloso zarcillo. Voltean sobre columnas de fuste cilíndrico y capiteles de escaso valor iconográfico. Guardapolvo, cimacios y fugas de imposta se resaltan con meticulosos zarcillos. Un tejaroz con profusa ornamentación protege esta obra de arte.
La arquivolta exterior es como un mundo de fantasía en la que se exhiben dragones, tallos entrelazados, seres mitológicos y meticuloso diseño. La interior también lleva figuras humanas entre las que resalta, por sus grandes dimensiones, el cautivo encadenado. Los relieves están en sentido longitudinal.
El repertorio iconográfico de la portada se completa con el esculpido en el tejaroz. Apoya en seis interesantes canecillos, aunque en la cara interna donde el maestro desplegó su fantasía artística.
En el arco de descarga (rosca del arco) aparecen 10 medallones esculpidos en bajorrelieve, que suelen asociarse con los signos zodiacales.
Se completa la decoración escultórica con una treintena de canecillos; presentan buen moldeado y los temas recogidos variadísimos. (63) web local (Círculo Románico)
Se estructura con dos arquivoltas cobijadas por un guardapolvo realzado con meticuloso zarcillo. Voltean sobre columnas de fuste cilíndrico y capiteles de escaso valor iconográfico. Guardapolvo, cimacios y fugas de imposta se resaltan con meticulosos zarcillos. Un tejaroz con profusa ornamentación protege esta obra de arte.
La arquivolta exterior es como un mundo de fantasía en la que se exhiben dragones, tallos entrelazados, seres mitológicos y meticuloso diseño. La interior también lleva figuras humanas entre las que resalta, por sus grandes dimensiones, el cautivo encadenado. Los relieves están en sentido longitudinal.
El repertorio iconográfico de la portada se completa con el esculpido en el tejaroz. Apoya en seis interesantes canecillos, aunque en la cara interna donde el maestro desplegó su fantasía artística.
En el arco de descarga (rosca del arco) aparecen 10 medallones esculpidos en bajorrelieve, que suelen asociarse con los signos zodiacales.
Se completa la decoración escultórica con una treintena de canecillos; presentan buen moldeado y los temas recogidos variadísimos. (63) web local (Círculo Románico)