Interior del templo con paredes y
bóvedas cubiertos de policromía posterior. Tuvimos la suerte de realizar nuestra visita coincidiendo con la semana, a finales de mayo, en la que la imagen de Nuestra Señora de La Hoz permanece en el
pueblo. La talla es trasladada a hombros, en la ida y en la vuelta, desde su emplazamiento habitual en la
ermita que se levanta en lo alto del páramo a lo largo del empinado y tortuoso
camino del
pescado.