Al tiempo de la invasión sarracena, y desde antiquísimas edades seguramente, residía en
Amaya la sede episcopal de los cántabros; en Auca, la de los turmódigos y autrigones; en Alisanco, al mediodía de Nájera, la de los pelendones, verones, caristos y várdulos; y las tres de los vascones, en Calagurre, Pampiliona y Segia.
Pero destruida a hierro y fuego Amaya, por Alfonso I el Católico, al desarraigar de la
Cantabria a los árabes, se pasó la cátedra episcopal á Véllegia (741); y permaneció allí, aun reedificada y poblada Amagia, Amaya, en 860.
De la
Iglesia de Auca desmembrados en 804 los autrigones, tuvieron su capital en Valpuesta; mientras, dos siglos después, la Iglesia de
Burgos inmediata sucesora de Auca, no absorbió, como a los
ríos la
mar, todos los obispados castellanos (1075).
* DON AURELIANO FERNANDEZ-GUERRA, año 1872.
* Acerca de estos tres Obispados véase al Sr. Fernández-Guerra en su Libro de
Santoña, pags. 39 y siguientes, y en su Cantabria, pags. IIS, 2|, 22, 54 y 55. Según este autor, al tiempo de la invasión sarracena y desde antiquísimas edades, residía en Amaya la Sede episcopal de los cántabros, en Auca la de los turmódigos y en Alisanco la de los pelendones, verones y autrigones. Pero los tres Obispados cantábrico turmódigo y autrigón los absorbió en el año 1075 la
Santa Iglesia de Burgos.
* Escrito por Francisco Javier Simonet, año 1897.