En efecto, léase que
Amaya fué fundada por Túbal, nieto de Noé, unos 1800 años después de la creación del mundo, o sea unos 2200 años antes de la venida del Mesías, es decir, unos 1450 años antes de la fundación de Roma. Conjeturase que los
romanos la llamaron Amaya en memoria de la diosa Maya, o tal vez los antiguos españoles en memoria de la princesa Maya, hija del rey Atlante. En ponderación de la
antigüedad de Amaya se lee este proverbio o refrán:
HARTO ERA CASTILLA PEQUEÑO
RINCON,
CUANDO AMAYA CABEZA Y ITERO MOJON.
* Escrito por D. Francisco Piferrer, ano 1858.