AMAYA
Tarik llegó a
Toledo, y dejando allí algunas tropas, continuó su marcha hasta
Guadalajara, después se dirigió a la
montaña, pasándola por el desfiladero que tomó su nombre, y llegó a una ciudad que hay a la otra parte del
monte, llamada Almeida (la Mesa), nombre debido á la circunstancia de haberse encontrado en ella la mesa de Salomón, hijo de David, cuyos bordes y pies, en número de 365, eran de esmeralda verde. Llego después a la ciudad de Amaya, donde encontró alhajas y riquezas y… volviendo a Toledo en el año 93. (Octubre 711)
Según aparece de un pasaje de Ebn Hayyan, citado por Al-Makkari (ed. de Leiden, I, 172), esta mesa era una especie de atril, en que se colocaban los
santos Evangelios en dias de gran solemnidad. La existencia de esta alhaja en el tesoro de los reyes godos consta mucho antes de la invasión árabe. Cuenta Fredegario (cap. LXXIII) que Sisenando pidió ayuda al rey Dagoberto para destronar a Suintila, y le prometió un magnifico plato de oro (missorium aureum) del tesoro de los godos, que habia sido regalado a Turismundo por el patricio Aecio, y pesaba 500 libras. Dagoberto envió, en efecto, tropas en ayuda Sisenando, que fue al cabo proclamado. Después el Rey de
Francia mando como embajadores al Duque Amalarico y a Venerando, para reclamar la alhaja prometida, y Sisenando dio a los emisarios el plato o
fuente; pero los godos se lo quitaron por la fuerza y no quisieron devolverle. Reclamo Dagoberto, y después de muchas negociaciones, le dio Sisenando, en compensación de aquella alhaja, de que no le era dado disponer, la suma de 200.000 sueldos.
El relato anterior comprueba que no es una mera fabula, inventada por los árabes, lo de la famosa mesa de Salomón, que probablemente era alguna alhaja bizantina de gran valor, y tenida en tanto aprecio por los godos, que consideraban su conservación como asunto de honra nacional.
* OBRAS ARABIGAS DE
HISTORIA Y GEOGRAFÍA: AJBAR MACHMUÁ. TRADUCIDA POR DON, EMILIO LAFUENTE Y ALCANTARA, año 1867.