Sancho IV de Castilla, llamado «el Bravo» (
Valladolid, 12 de mayo de 1258 -
Toledo, 25 de abril de 1295), fue rey de Castilla entre 1284 y 1295.
Confirmó el año 1285 a los de
Amaya el privilegio que tenían de Don Fernando III, para elegir alcaldes ordinarios, merinos, escribanos y demás oficiales de justicia, a fin de que juzgasen los pleitos civiles y criminales en la villa, sus términos y todos los
pueblos de la jurisdicción: que ninguno de Amaya ni de esta pueda ser reconvenido ante otro juez que sus alcaldes, salvo «ante mí o ante los mis alcaldes, é notarios, é oidores de la mi audiencia:» prohíbe a los merinos y porteros reales entiendan en ningún negocio de Amaya: exime del tributo de una fanega de cebada a los clérigos, alcaldes, escribanos, merinos, y a los que criaren o tomaren rocín: tasa el homicidio en sesenta maravedís, y la caloña en cuatro: manda pagar la alcabala por la
compra de
casas y heredades pecheras y martiniega; pero los exime de fonsado, fonsadera, pasaje, peaje, oturas, mediduras y meaja, con otros privilegios menos notables.
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Historia de la legislación y recitaciones del derecho civil de
España/Amalio Marichalar Marqués de Montesa y Cayetano Manrique, año 1861-1872.