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Intento saber algo de Justina de la Hera de Villanueva de Odra, que trabajo en Burgos, en la telefonica, y despues creo se fue a Madrid. Fue una amistad mia del año 1972 y me gustaria saber algo de ella. Mi correo electronico: jmiguelsanz@telefonica. net
grandioso
Hola mi nombre es Joaquín Araico Río, soy de México y aunque he ido muchas veces a España no sabía de la existencia de un Pueblo de nombre Araico. Estoy muy contento y espero ir en mi próxima visita. A quien puedo contactar para vernos y platicar de su historia? Saludos y mi mail es joaquinaraico@outlook. com
Este es un pueblo sereno, bien asentado, su iglesia y sus casas lo confirman apoyadas en las areniscas de roca, de ahí que se debiera llamar Villanueva de la Roca. Robusto pueblo, robustos paisajes y flacas calles por donde casi nadie pasea más que el gran silencio que casi todo lo envuelve. Los pocos vecinos que las casas habitan, deambulan por las callejas como seres de comunicación hambrienta. Algún gato ronronea al calor del hogar y algún perro aún en las portadas aulla.

Los que caminan hacia ... (ver texto completo)
Recuerdos a los vecinos que hacen pueblo y los habitan a diario o en fines de semana y vacaciones. Un grato recuerdo a Roberto, compañero de caminos de montaña y amigo de mis amigas.
La noche tiene su encanto
Sí. Las noches de verano donde nos miraban con tus ojos las estrellas más grandes. Esosss... sí que tenían encanto.
A pesar de estos paisajes de mosaico y emboscados, naturaleza casi prístina de hermosura, donde crece el quejigo, el rusco y el madroño, el roble y la chaparra encina. Los arroyos, los veneros, siguen manando agua cristalina donde bebe el tímido corzo, el astuto raposo, el bravo jabalí y el totémico lobo; y que ahora el homo sapiens, que aún conserva mucha genética neandertal, dice que depredan huertas, prados, arboledas y rebaños. Y por ello hay que exterminar. Y él homo sapiens, el mayor depredador ... (ver texto completo)
Viejos pueblos que agonizan y el aire lleno de recuerdos, como este lavadero de agua estanca y piedras adustas. Lugar de chismorreos y donde se dejaba la inmundicia. Cuánto frío pasaron nuestras madres frotando ropas con sus manos encallecidas. No hay nostalgia de estos lugares; solo el río al que de rodillas se hincaban era aun peor, para limpiar las ropas de la casa.
El silencio pasea por las cementadas calles de Villanueva, y mira hacia las ventanas por si alguna alma se asoma, pues parece que tras los visillos alguien le mira y ya no ser silencio y sí persona.

En el aire flotan jugando con las nubes rotas el griterio de niños que de la escuela salen y corriendo por las calles con su maletin y su
s patitas cortas a las humildes casas vuelven.

Por el camino embarrado les ladra un perro al que antes una piedra tiraron porque su aullar les daba miedo.

Su ... (ver texto completo)
... Y la comida en la mesa, para calentar sus estómagos vacíos. Mientras el padre en el campo con la reja destripa la tierra, para sembrar las semillas donde nazcan los trigos para alimentar ganados y familia.

Hoy. En la escuela ya no hay pupitres ni niños, solo recuerdos del viejo edificio. En verano alguno corretea por las calles tristes con sus triciclo; y sus risas vuelan al aire para juntarse con el griterío de los otros chiquillos...
Este es un pueblo sereno, bien asentado, su iglesia y sus casas lo confirman apoyadas en las areniscas de roca, de ahí que se debiera llamar Villanueva de la Roca. Robusto pueblo, robustos paisajes y flacas calles por donde casi nadie pasea más que el gran silencio que casi todo lo envuelve. Los pocos vecinos que las casas habitan, deambulan por las callejas como seres de comunicación hambrienta. Algún gato ronronea al calor del hogar y algún perro aún en las portadas aulla.

Los que caminan hacia ... (ver texto completo)
El silencio pasea por las cementadas calles de Villanueva, y mira hacia las ventanas por si alguna alma se asoma, pues parece que tras los visillos alguien le mira y ya no ser silencio y sí persona.

En el aire flotan jugando con las nubes rotas el griterio de niños que de la escuela salen y corriendo por las calles con su maletin y su
s patitas cortas a las humildes casas vuelven.

Por el camino embarrado les ladra un perro al que antes una piedra tiraron porque su aullar les daba miedo.

Su ... (ver texto completo)
Me encanta cocinar
La noche tiene su encanto
¿Hay tiendas en el pueblo?
Este pueblo es maravilloso
condado de treviño pueblos