Araico es un pequeño y tranquilo
pueblo del municipio burgalés de Condado de
Treviño, situado en la parte central del Condado, a 595 metros de altitud sobre el nivel del
mar, en una ladera cerca del
río Ayuda, entre los arroyos Urriol y el de Górceta, en la comarca del Ebro.
Su nombre aparece escrito por primera vez en el año 1257 en la “Carta calagurritana de Don Jerónimo Aznar”. Tenía jurisdicción de señorío, como todos los
pueblos del Condado, pertenecía al señorío del Conde de Treviño.
Araico a pesar de su tamaño, y de los pocos habitantes que en él habitan, no está considerado como una localidad menor, si no como un pueblo.
En el centro del pueblo, en lo más alto de éste se encuentra su pequeña y coqueta
iglesia dedicada a los
santos Cosme y Damián. Se trata de un templo de una nave con dos
capillas en
cruz latina,
ábside rectangular,
portada de
arco de medio punto y la
torre es cuadrada de dos cuerpos con cuatro huecos y dos
campanas. Lamentablemente la iglesia en la actualidad no tiene culto y se han llevado de allí sus piezas más interesantes desde el punto de vista
artístico.
Hay una interesante
ermita, del siglo XVI con ampliaciones en los siglos siguientes, dedicada a Nuestra Señora de Uralde, patrona del Condado de Treviño, en amenaza de
ruina. Era en origen una ermita
románica de la que tan sólo quedan algunos
canecillos con figuras humanas y animales y una
ventana en la sacristía.
A las afueras del pueblo se encuentra la
fuente y el
lavadero, construcción de caracter popular de unas medidas reducidas.