De estilo
románico, formaba parte del sistema defensivo de
Aranda de Duero, que la construyó en el siglo XII como posible defensa de la villa ante las intrigas de los nobles o reyes. Aún son visibles los modillones salientes en el último de sus tres cuerpos, que sostenían el antepecho de la almena, uno de los puntos fuertes de la población amurallada. Más tarde fue cubierta con chapitel.