La localidad es atravesada por el
río Duero. Además, en el término municipal desembocan sus afluentes Arandilla, Bañuelos y el Arroyo de la Nava. El lecho mayor del río Duero da origen a un
paisaje llano, un
valle disimétrico, de modo que la vertiente septentrional es más escarpada, limitada por un conjunto de plataformas.