Esta idea está apoyada por los ocasionales hallazgos de sepulturas, círculos de
piedra y mojones hallados en los
campos de la ribera. Se supone que estas tierras habrían sido ocupadas por
pueblos de origen indoeuropeo, a los que pertenecía la tribu celta de los pelendones, que invadieron la península ibérica entre los siglos VIII y VII a. C.