Pese a la tendencia generalizada de considerar a
Aranda de Duero dentro del área de influencia de los arévacos, esta también podría haber pertenecido al entorno de los vacceos, otra tribu emparentada con esta y con la que compartía fuertes lazos. Ambas tribus se opondrían juntas al poder
romano. En el 218 a. C. desembarcan en Hispania legiones
romanas bajo el mando de Cneo Escipión, comenzando así la conquista y romanización de la península ibérica.